Tuesday 22 June 2010

Capítulo 4

Capítulo IV.



_ ¿Cerca de cuál restaurant de chinos está la casa de tu amigo?

_ Dale pa'l restorán de Mr. Lee.

_ ¡Chévere, viejito! Voy a aprovechar para llevar de los spring rolls que le gustan a mi mujer, con tal de que no se arme la revolución.

_ Aparca la camioneta allí nomás en la esquina, frente a esa casa azul.

_ ¡Qué tal Don Emiliano! Hace mucho que no se le veía por aquí. Mi viejo lo tiene a usted en mucha estima, no me lo deje solo, por favor; ya ve que al él sí le entra fuerte la nostalgia por la isla.

_ ¿Cómo estás, mija? Ok, te prometo que un día de estos los invito a cenar a tu humilde casa; es una buena excusa para que tu papá y yo recordemos viejos boleros con su guitarra. Mira, te presento a mi amigo Víctor.


_ Mucho gusto, Víctor para servirle.

_ ¿Está tu papá en casa, mijita?

_ Sí, pásele. Debe estar en el estudio, desde que conectaron el internet parece niño con juguete nuevo, con eso de que puede leer periódicos y escuchar música se pasa horas embelesado frente al bendito monitor.

_Con tu permiso.

_ Andele, compadre; lo van a deportar por andar leyendo esos periódicos, ya ve que andan rete-duros con el patriot act.

_ ¡Ah, caray!, ¿qué lo trae por acá, caballero?

_ Hombre, ahora resulta que uno tiene que pedir permiso pa’ visitar a los cuates. Nada, que te desapolilles un poco como yo, camarada.

_ Oye, mira este es Víctor, es otro buen cuate.

_ Abel, para servirle. Si usted es amigo de este mexicanito, lo es mío también, camarada.

_ Un gusto, Don abel.

_ ¿Cuándo repetimos otro palomazo en mi casa con la guitarra, mi buen?

_ Usted me invita y yo llevo a mi compañera única.

_ Ya está. El próximo Sábado después del fut lo vengo a traer.

_ Por cierto, hablando de las patadas. Mira, entre los compas de por aquí tenemos un equipo de fut de chamacos, pero el entrenador y... patrocinador se nos rajó. Ahora estamos sin pelotas, sin camisetas y sin entrenador, y como el otro día me contó que hizo campeón al equipo de beis en su país, pus pensé en usted.

_ Mmm. Sólo porque usted me lo pide. Ya ve que nomás no me hallo aquí. Desde que ella se vino primero, Ayleen estuvo ruegue que ruegue, que me iba a volver loco solo por allá, en mala hora me convenció.


_ Hey, excelente técnica, la pelota por aquí, por favor.¿Por qué no viene a jugar con nosotros?

_ ¿Yo? Ya estoy muy viejo pa’ esos trotes.

_ Anda, anda. De portero, nomás.

_ Sí que juegas bien. Nosotros ahora que es verano, jugamos todos los viernes a las 6, si te animas por aquí vamos a estar.

_ Ok, yo como quiera camino en este parque con regularidad, si me dan ganas los busco. ¿Le parece?

_ Me parece bien.


_ Ya, venga Emiliano. Te voy a presentar a otro amigo que tiene una tienda de deportes, a lo mejor él también nos puede ayudar.


… to be continued.


No comments:

Post a Comment